Cuando el alma calla sentimientos afloran, dejando en el pecho la tristeza que añora.   Pues en ella anidan sentires extraños, unos que son buenos y otros... no tanto.   Sufre el alma siempre, pues alguien la daña, sufre, pero debe sentir que está sana.   No mostrar al mundo algo que no es, ni vender a otros cosas del querer.   Así como el mar... corren por la arena lágrimas que caen y otras... se quedan.   Libera tu alma de un mal sentimiento, sólo deja que hablen pues... lo lleva el viento.     Con mucha energía positiva y buena cárgala en el sol, cuéntale tu pena.   Ella te dirá que sólo en el mundo... los seres que ríen van a lo profundo.   Ana María Zacagnino Derechos Registrados (En la voz de la Autora)



               





imagen facilitada por Ana María Zacagnino
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