Los seres humanos siguen caminando infantilmente, erguidos, fatuos, orgullosos, como seres únicos que prevalecen en la creencia de que la Vida los eligió y piensan que tienen el derecho a exigir y organizar el planeta bajo su conveniencia.

Sabiduría pobre, mundo racional, perversión, poder y soberbia, carentes de humildad y visiones sencillas de la realidad, descartan las verdaderas virtudes del Conocimiento Existencial.

Corrientes que van desencadenando los ritmos propios del Universo, con su inusitado poder y grandeza, desbancan cualquier intrusismo humano en los derechos a decidir sobre su existencia como sobre su evolución.

Destellos de lo acabado, del territorio que va quedando para su término, para la finalización de la Vida, muchas veces hace estremecer al ser humano, aunque éste siga creyendo en su hegemonía y en su caudal de riqueza material.

Muerte de la Creación que va adueñándose de la Vida, territorios que van quedando aniquilados en los Universos descontrolados, estrellas que se apagan tras completar su luz, así va llegando la ruina universal a la Tierra, que en un periodo de tiempo aún lejano desaparecerá.

La pobreza espiritual avanza en una Humanidad perdida en el tiempo y en el espacio. La ciencia descubre, pero no redescubre los horizontes ya alcanzados de la Humanidad en tiempos ancestrales, cuando la riqueza de Conocimiento de los Seres que nos crearon apostaron por esta raza desorientada y desolada en los constantes cruces de información, falsos en la interpretación y falseados por las terribles y crueles mentes del poder humano.

Sangrantes historias, debilidades infames, tormentos ocasionados por las diferentes posiciones que algunos seres humanos vierten sobre su desarrollo intelectual, y deficiencias en la regulación del verdadero significado y simbolismo de la Creación.

Luchas por encabezar la grandeza de este planeta que adormece, ingiriendo la enfermedad de la fuerza material y la contaminación de las desgracias no asumidas pero sí provocadas.

El despojo de la Creación va inundando cada rincón de los Universos creados y muchos ya derrotados con la destrucción de sus elementos de origen. Desde el inicio de los Principios Creativos, la Vida ha ido inundando rincón tras rincón universal, conocido como desconocido, desprotegiendo el camino ya consagrado y desoyendo las voces que claman en silencio, comprendiéndolas como no por lo seres que habitan esos espacios.

El camino sigue avanzando, pero los inicios van desapareciendo, permitiendo que los últimos sean los primeros y aquellos que se creen nuevos serán los últimos.

Ángel Sanz Goena






                    




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