Adoro como se adora a Dios en esta vida…
Por poder contemplar un nuevo día…
Por los sueños, las noches y los días.
Adoro tus manos suaves que posan en mi frente.
El dulce canto que susurro al verte.
En un amanecer soñado y pleno.
Adoro tu risa que sabe danzar…
En mis oídos y así comenzar
La vida hermosa construida a la par.
Ana María Zacagnino
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