Nos hallábamos los dos
en la arena de la playa
Tu cuerpo y el mío unidos
En esa noche estrellada
Tú me pedías amor
Yo te brindaba mi cuerpo
Y por testigo la luna
Que celaba nuestro encuentro
Mientras las olas danzaban
En la orilla de la mar
En éxtasis estallaban
Las caricias al pasar
Noche que nos deparó
El amor en nuestras vidas
Y sin medir mas palabras
Llegó el sol con su sonrisa...
Calentando nuestros cuerpos
que estallaban en pasión
Sólo pudimos sentirnos
¡Y dar gracias al amor!
Ana María Zacagnino
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