Tú has llegado a mi playa una tarde de verano, sólo ví un rostro sereno en las arenas doradas. Eras un sol de otros lares, eras pasión que embriagaba, tus pupilas has clavado en el fondo de mi alma.   Mientras las olas danzaban latía mi corazón, pues a mi orilla has llegado… trayendo tu dulce amor.   El hombre por mí soñado, con su voz me conquistó y en esas playas ardientes,  nos envolvió la pasión   Besos húmedos salados, como las aguas del mar, tus labios, ahora míos... ¡sienten sabor al besar!  Ana María Zacagnino (En la voz de la Autora)



                





imagen facilitada por "Ana María Zacagnino
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