Luego de pasado el tiempo,
en un cruce nos hallamos
y nuestras almas hablaron
de nuestro dulce pasado.
Hoy que somos padres ya,
reconocemos en vida
la belleza ya vivida
y lo bueno por llegar.
Este camino trazado
con valores y alegrías,
la felicidad hoy día
nadie la podrá borrar.
Gracias a un ángel que puso
sus mieles en esa senda,
juntos gozamos a pleno
la esperanza que nos deja.
Querido amigo del tiempo...
nunca cambies tu saber,
mantente siempre latente
tal como hoy te encontré.
Ana María Zacagnino
Mayo-2014
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