Embrujo que llevo,
clavado en mis venas,
por tu amor de hombre,
corazón que suena.
Cual un cascabel
te remontas siempre,
pues has cautivado,
mi vida en la arena.
Hoy siento tu amor,
ése que tú puedes,
llevar ya contigo,
por aire, por tierra.
Embrujada estoy
¡De sueños y penas!
Ana María Zacagnino
(En la voz de la Autora)
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