Aquí sobre estas playas
de aguas de mar dormidas.
Permanecí una vida
de llantos, penas, risas.
Aquí, sobre estas playas
de aguas de mar dormidas,
Dios guió la maravillla
del amor sobre la orilla.
Él lo puso en mi camino
lo trajo desde otro mundo
y en lo más bajo y profundo
sintetizó mi amargura.
Ahora vuelvo sobre el regio
confín donde encontraré,
luego de darles las gracias,
a quien ofrezco mi fe.
Hacia el confín, sobre el regio,
vuelvo al querido colegio
donde mis ojos lo ven.
Ana María Zacagnino
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
No está permitido el uso y la copia
del material escrito, gráfico y auditivo
sin previa autorización de la autora
|