Cuando el alma calla
sentimientos afloran,
dejando en el pecho
la tristeza que añora.
Pues en ella anidan
sentires extraños,
unos que son buenos
y otros... no tanto.
Sufre el alma siempre,
pues alguien la daña,
sufre, pero debe
sentir que está sana.
No mostrar al mundo
algo que no es,
ni vender a otros
cosas del querer.
Así como el mar...
corren por la arena
lágrimas que caen
y otras... se quedan.
Libera tu alma
de un mal sentimiento,
sólo deja que hablen
pues... lo lleva el viento.
Con mucha energía
positiva y buena
cárgala en el sol,
cuéntale tu pena.
Ella te dirá
que sólo en el mundo...
los seres que ríen
van a lo profundo.
Ana María Zacagnino
Derechos Registrados
(En la voz de la Autora)