La lumbre ya se apaga,
culmina una ilusión.
Se muere una esperanza
dentro del corazón. 

Es ésta otra experiencia
que acumulo en mi vida
y otra la existencia
que debo sentir mía. 

Acaso ya los sueños
no son hoy realidad
acaso a eso le temo
eso, la soledad. 

Ese sabor amargo
ese triste sentir,
llega con su letargo
a enseñarme a vivir. 

Acumulando sueños
albergaba ilusiones,
mas esos mismos sueños
no despiertan pasiones. 

Acabo este silencio,
sólo en el pliego hablo
porque ahora los vientos...
traen sabor amargo.

Ana María Zacagnino

(En la voz de la Autora)


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