¿Por qué los quiero amigos? ¿por qué? -me lo pregunto-, sólo brindo amor cual siembra en los campos, para cosechar sus frutos preciados. ¡Cuando ya no esté recuérdenme alegre! como la calandria que entona su canto, no me lloren nunca,  pues mi alma sufre. Soy amor de todos quienes ven lo bueno, lo noble y sencillo, la paz en la almohada. Amigos  sinceros son pocos en vida, palabra tan bella, que recuerdo siempre. Amistad muy pura, amistad del alma… caricias que llevo y risas con magia. A todos amigos ¡entrego mi alma! Ana María Zacagnino (En la voz de la Autora)






imagen facilitada por "Ana María Zacagnino"
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