Era una noche hermosa,
bajo una tenue luz.
Una pasión soñada
llegó a mi plenitud.
Amores escondidos,
ambos solos sentimos
dos almas que buscaban…
aquel amor tardío.
Secreto oculto a voces
en nuestros corazones.
Pasiones que jugando
olvidan de sus nombres.
¡Ah, que bella esa noche!
y que tierno sentir,
ese fuego en el pecho…
muere dentro de mí.
Ana Maria Zacagnino
(En la voz de la Autora)
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