El tango es un ángel bueno
que nos trajo desde el cielo
el mensaje de esperanza
que forjamos en los sueños.
Derramó sobre las calles
con perfume de azahares
semicorcheas de vida
en clave de Buenos Aires.
El tango bajó del cielo
entre parches y tambores
y brotó una madrugada
en un patio con malvones.
Le dio su canción de cuna
la guitarra de los pobres
y fue creciendo hacia el centro
con sones de bandoneones.
Tango, sí, porque es la vida
Tango, sí, porque es pasión
el nuevo siglo lo canta
porque siempre fue un Señor.
Tango, sí, porque nos une
tango, sí, porque es verdad...
¡Tango nuestro! ¡Tango amado!
¡Corazón de mi ciudad!
© Alberto Peyrano
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